Maquillarse es una verdadera forma de arte que nos permite ser creativas y resaltar nuestras facciones. Durante nuestro ritual diario, todas cometemos errores fatales que nos impiden alcanzar el resultado que queremos obtener, o que hacemos sin ser conscientes de que nos sienta mal o perjudica nuestra piel.
Transiciones visibles, aplicación antiestética de colorete en las mejillas o cejas que resaltan excesivamente el rostro…Errores que ocurren a menudo al maquillarse. Hoy te damos 5 consejos esenciales para evitar que se produzca el efecto contrario al deseado.
1. Omitir el paso de hidratación
Antes de maquillarse hay que hidratar la piel, esa es la base de cualquier maquillaje exitoso. Una piel bien hidratada asegura un lienzo suave para aplicar maquillaje y permite que éste dure más tiempo. Nunca olvides aplicar una crema hidratante adaptada a tu tipo de piel (grasa, seca, sensible, mixta, escamosa…)
Este primer paso te ayudará a evitar que el maquillaje se asiente en líneas de expresión o áreas secas. Si eres de piel escamosa, aún es más importante, pues evitará que ese aspecto estropee tu maquillaje.
2. Aplicar una base de maquillaje inapropiada
Cada piel es única y tiene necesidades específicas. El uso de productos de maquillaje que no son adecuados para un tipo de piel no solo puede afectar a la apariencia del maquillaje, sino que también puede provocar problemas no deseados en la piel.
Antes de elegir tus productos de maquillaje, tómate el tiempo necesario para conocer tu tipo de piel y busca productos especialmente formulados para esa característica concreta. Por ejemplo, si tienes la piel grasa, opta por bases matificantes y polvos sueltos. Si tienes la piel seca, opta por productos hidratantes y luminosos.
Otro error común al maquillarse es elegir un tono diferente al natural de la piel, como verás en la siguiente imagen. Para saber cuál te irá mejor, pruébala en la línea de la mandíbula o en la muñeca. Recuerda que el tono de tu piel puede variar de una estación a otra, así que ajusta el producto en consecuencia.
3. La selección de colores
Elegir los colores adecuados para las sombras de ojos o el labial es también un paso crucial para conseguir un maquillaje acorde a tu look actual. Es esencial evitar el uso excesivo de colores demasiado brillantes o tonos que no combinen armoniosamente. El objetivo principal es resaltar tus rasgos naturales en lugar de ocultarlos bajo tonos inadecuados. Aprende a jugar con tonos que se complementen, realzando tus ojos, mejillas y labios de forma sutil y elegante.
Para entender mejor cómo armonizar los colores, aquí tienes algunos ejemplos que puedes seguir:
- El colorete equivocado. Aplicar un colorete demasiado brillante o que no combine bien puede hacer que tu tez parezca artificial. Para evitar este efecto, elige un colorete en tonos naturales que combinen armoniosamente con tu tono de piel. Un colorete bien aplicado resaltará sutilmente tus mejillas, añadiendo un toque de frescura a tu rostro, siempre sin exagerar.
- Labios y ojos recargados. Utilizar tonos de pintalabios demasiado vibrantes sumado a unos ojos muy maquillados puede sobrecargar tu aspecto. En su lugar, opta por tonos de pintalabios que complementen tu maquillaje. Si has elegido un maquillaje de ojos más intenso, opta por tonos de pintalabios más neutros para equilibrarlo (o viceversa). Tristemente, es muy común maquillar los ojos con sombras destacadas, delineador y rímel, y luego un labial llamativo (por ejemplo, ojos ahumados con sombra negra y gris, delineador negro, rímel o incluso pestañas postizas, y labial rojo). Para gustos los colores, pero has de saber que esto no es nada elegante.
4. Cejas: evitar los pasos en falso
Las cejas desempeñan un papel esencial en el equilibrio del rostro. Sin embargo, también pueden ser el origen de errores comunes de maquillaje. Unas cejas demasiado gruesas, finas, oscuras o muy marcadas puede resultar poco natural y antiestético.
Maquillarse las cejas parece difícil, pero con un poco de práctica y conocimiento básico lo tendrás. Para un resultado impecable, elige una forma que se adapte de forma natural a tu rostro y utiliza productos específicamente diseñados para las cejas, adaptándolos a su color. Si tienes problemas para definir tus cejas, no dudes en recurrir a un profesional para obtener un resultado natural y equilibrado. Esto te servirá como punto de partida para practicarlo luego en casa. Cuenta con nosotras para tu primera toma de contacto.
5. No lavar las brochas de maquillaje
Lavar las brochas de maquillaje cada cierto tiempo es un paso esencial para preservar la piel. Las fibras de las brochas se llenan de polvo, bacterias y restos de maquillaje. Esto puede provocar brotes de acné y poros obstruidos.
¿Con qué frecuencia hay que lavar las brochas?
Lavar las brochas todos los días después de cada uso no es la mejor solución. Las brochas se deterioran antes de tiempo. Los maquilladores recomiendan limpiarlas a fondo una vez a la semana, simplemente con jabón y agua tibia.
Lo mejor es utilizar una funda de maquillaje limpia sólo para las brochas, en lugar de dejarlas a la intemperie. Unas brochas limpias no sólo facilitan la aplicación del maquillaje y alargan la vida de tus brochas, sino que también ayudan a mantener una piel bonita y cuidada.
Conclusión
Evita estos errores comunes para conseguir un maquillaje que sume y no reste. ¡Y no olvides cuidar tu piel! Además de divertirte y experimentar con distintos colores y técnicas para encontrar lo que más te va.
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